El ladrillo es el material de construcción más antiguo fabricado por el hombre. Los primeros ladrillos se fabricaron en Oriente Medio hace más de 6000 años utilizándose un método primitivo aunque todavía vigente.

El ladrillo adobe de tierra, realizado de barro crudo, es el uno de los primeros utilizados. Habitualmente en construcciones, precarias, rústicas o en bioconstrucción. Se usa principalmente por su capacidad de aislación térmica.

El ladrillo cocido de tierra o en arcilla. También conocido como ladrillo de tejar o manual tipo M, se fabrica de manera artesanal y las dimensiones varían de acuerdo a la necesidad.

En cambio, los ladrillos macizos, con una construcción prensada, poseen un mejor acabado y sus dimensiones son exactas.

Por otro lado, también tenemos el ladrillo perforado o ladrillo liviano, que a diferencia de los demás que hemos mencionado al tener agujeros permiten el ingreso del mortero o concreto, y de esta manera la pared se hace más resistente.

El ladrillo refractario, es usado en lugares donde habitualmente se producen fuego y altas temperaturas. Generalmente está constituido de los mismos materiales que un ladrillo común pero en distintas proporciones. Útil para calderas y chimeneas.

El  clinker o gresificado, compuestos de arcillas especiales cocidas a altas temperaturas, con lo que se obtiene un ladrillo de mayor densidad y baja absorción de agua. De terminación gres, esmaltado y rústico.

Los ladrillos vistos, son gresificados y especiales para fachadas y zonas donde el tabique estará al descubierto. Generalmente de acabado esmaltado.

Y por último, el ladrillo hueco, que con perforaciones en el canto o en la testa, reducen el volumen del material utilizado y con esto su peso. Se usan en tabiques que no requieran soportar mucha carga.

Los ladrillos clasificados de acuerdo a su capacidad de resistencia a condiciones extremas. También, dependiendo de la necesidad, son elegidos por sus tamaños, peso y contextura.
Cada tipo de ladrillo es fabricado para distintas funciones, desde su fortaleza hasta la capacidad para soportar altas temperaturas.

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